Por vez número 34, nos volveremos a encontrar y a ocupar una ciudad de nuestro territorio con nuestros debates, complicidades, fiestas, alianzas y conflictos feministas. Siempre en octubre, siempre en repudio a la fecha que funda el colonialismo, el genocidio indígena, el mestizaje forzado por las violaciones masivas, el racismo. No es sólo un fin de semana largo el elegido, es el recordatorio permanente de una violencia que nunca cesó, que hace de los úteros campo de batalla y de la negación de las existencias disidentes a la hegemonía blanca, heterosexual y cristiana una política de persecución, criminalización y exterminio que ejecuta la crueldad patriarcal todos los días. En cada femicidio, en cada travesticidio, en cada despojo del extractivismo se actualiza la conquista violenta de territorios y la expropiación de las riquezas colectivas.
Frente a estas violencias, los encuentros como práctica de resistencia que fundamos juntes fueron creciendo y transformándose en estas más de tres décadas de tenacidad y organización. No somos las mismas, somos otres y decimos como siempre, nuestros cuerpos y nuestras existencias cuentan. Somos indígenas, somos negras, somos travestis, somos lesbianas, vivimos en las ciudades y en el campo, somos migrantes, somos racializadas, somos gordes, somos en la heterogeneidad y en la práctica política de reconocernos aliadas y de juntar fuerzas en los márgenes, de denunciar desde ahí el engranaje de la violencia machista con la violencia institucional del Estado Patriarcal y las violencias económicas.
Nombrarnos como somos es apropiarnos del poder que venimos construyendo juntes, sobre las heridas coloniales, con nuestra múltiples lenguas y colores, con los olores y sabores de los territorios que habitamos. Este 34 encuentro es histórico porque como se viene demandando en los dos últimos, desde el Chaco toba, wichi y guaraní, desde el Chubut mapuche, ya desobedecimos la imposición de una identidad nacional que nos confina en fronteras coloniales y se construyó sobre el exterminio de las naciones pre existentes. Este 34 Encuentro en La Plata, y los que sigan, ya es Plurinacional, de mujeres, travestis, trans, bisexuales y no binaries. Nosotres nos nombramos y así nos abrazamos y nos aliamos en complicidades feministas.
Nos queremos plurinacionales porque somos plurinacionales en nuestros movimientos campesinos, indígenas y urbanos; en nuestras asambleas feministas y nuestras redes comunitarias. Somos travestis, trans, lesbianas, mujeres, bisexuales y no binaries porque ya estamos hartxs de la colonización que también implica esa categoría de mujer en singular modelada por la heterosexualidad obligatoria, el sacrificio y la maternidad como destino. Somos plurinacionales porque desobedecemos el confinamiento de las fronteras que criminalizan las trayectorias y economías migrantes. Somos plurinacionales porque la libertad de movimiento no se la regalamos al capital.
Somos y nos nombramos plurinacionales, lesbianas, travestis, trans, no binaries, bisexuales y en este nombre que no quiere cristalizarse sino ser dúctil como el agua que puede ser arroyo de montaña, torrente o marea nos plantamos para decir basta a la violencia femicida y travesticida, al extractivismo que arrasa cuerpos y territorios, al aborto clandestino, al colonialismo y al patriarcado.
El territorio querandí nos espera para refundarnos y ahí estaremos así como nos queremos, vivxs, libres, deseantes, desobedientes, ¡Ni Una Menos!
Foto: Rocio Barbenza #VivasYLibresNosQueremos #NiUnaMenos #SomosPlurinacional #EPMLTTNB2019
viernes, 11 de octubre de 2019